13 dic 2010

Un poco de orden o tirar la casa por la ventana


En el momento en que, entre otras cosas, ...

- Juguetes, libros y revistas invaden las habitaciones y el comedor.
- Puñados de papeles, guardados por si acaso y sin saber por ni para que, inundan los cajones.
- Millones de recuerdos sentimentales se han instalado en muebles, estanterías y paredes, en forma de objetos decorativos, cuadros, fotografías, bolígrafos, agendas, libretas, calendarios, discos de vinilo de 33 y 45 rpm, casetes, cintas de imagen y sonido vhs, beta y gamma, cds y dvds con imágenes de fotos, audio, vídeo y la madre que los parió a todos.
- La Play Station, la Nintendo DS y la Wii se rien en tu cara.
- La televisión explota y deja de teledivisar.
- El ordenador entra en estado de coma profundo.
- Las prendas de ropa de las cuatro estaciones del año rebosan de los armarios.
- Los calcetines desemparejados, pañuelos, gorros, bufandas y guantes se apoderan de mesitas de noche y cómodas.
- Centenares de pares de zapatos bailan solos en sus cajas y otros tantos ocupan el trastero junto a una cincuentena de bolsos.
- Los tuppers sin sus tapas te atacan sin piedad al buscar algo en la cocina.

... entonces, tienes un par de opciones:
1.- Tirar la casa por la ventana
2.- Poner un poco de orden

Y seguro que hay más opciones, pero hoy me quedo pensando en una frase de Paul Claudel: "El orden es el placer de la razón y el desorden es la delicia de la imaginación", mañana ya veremos.

9 nov 2010

Con los pangramas



Iba de paseo por el menú opciones/teclado/estilo de fuente, dentro de una investigación sobre el funcionamiento de un nuevo programa instalado en mi teléfono móvil, y leo lo siguiente:

"El veloz murciélago  hindú comía feliz cardillo y kiwi. La cigüeña tocaba el saxofón detrás del palenque de paja"

Me quedé perpleja porque no entendía nada. La coherencia o incoherencia de una frase para cada uno varia según con el ojo que se  mire o se lea y también depende del momento. Las volví a leer porque me parecían totalmente incoherentes además de preguntarme ¿que hacen estas frases aquí, si jamás las he escrito ni recibido conscientemente ?. Seguidamente me entró el ataque de nervios: ¿que broma es está? ¿me estoy volviendo loca?  ¡¡no me jodas que ahora tengo un virus en el teléfono!! ¿el cardillo será un cardo pequeñillo? ¿el palenque será con lo que se menea el bullabenque ?

Pues ha resultado que no estoy loca del todo y que esas frases están ahí haciendo su función, sin importar su significado. Soy un poco tonta, lo reconozco, pero tengo una excusa: No soy de letras. Si los hubiera conocido antes no me hubiera pegado este susto y ahora que sé lo que son puede que en algún momento anterior se me presentara la oportunidad de conocerlos en las clases de lenguaje o de mecanografía, pero no saqué provecho o simplemente ese día no fui a clase.

He descubierto que esas frases son los pangramas más famosos del castellano y yo no tenía ni idea. Si antes de conocerlos alguien me hubiera preguntado ¿qué son los pangramas? hubiera recurrido a mi intuición adivinatoria repentina por asociación de mis ideas y hubiera dicho que quizás era un tipo de pentagrama desconocido para mi, y no es que conozca a otros pentagramas personalmente, pero algunos me suenan a grandes rasgos, unos porque me los encontraba ocasionalmente en la clase de música del colegio, otro por el Código Da Vinci y creo que ya está, pero hoy  no voy a investigar sobre ese tema. Si la pregunta me la llega a hacer Alberto (mi actual profe-consultor particular de mates) le hubiera contestado con otra ¿es algún conjunto de pentágonos raros ?

Bueno, pues encantada de conocerlos, he aprendido que pangrama proviene del griego pan, "todo" y gramma, "letra", y se trata de una frase o fragmento de texto que contiene todas las letras del abecedario de un idioma. No las voy a contar para comprobarlo, me lo creo ya que todo el que sabe lo que es un pangrama lo afirma, y tampoco me apetece jugar ahora a hacer pangramas, pero es curioso eh?

Y mira, si abres el Word escribes =rand(200,99), luego pulsas intro, y lees lo que sale de principio a fin no creo que olvides lo que es un pangrama, aunque se hayan olvidado de la cigüeña, pero es que como llegue el lobo y sople le va a tirar el palenque al suelo.

La conclusión que saco de todo esto es que, aunque a veces no lo entienda, mi teléfono móvil está capacitado para asustar e instruir.

27 oct 2010

Buscar y encontrar


Creo que en el buscar y encontrar, lo normal sería que si se busca, se encuentre y que si no se busca no se encuentre, sin sorpresas. Pero hay tantas veces que buscas y no encuentras o que encuentras sin  buscar, que puede que sea lo más normal. Otras veces, no sabes ni lo que buscas y, en ocasiones, no te encuentras ni a ti mismo, ni aún buscándote, también debe ser normal.

Encontré a esta rosa en la plaza de Santa María de Tarifa, sin buscarla. Me llamó la atención porque era la única que lucía en los rosales, así que la fotografié. La rosa de color rosa es mi preferida. La miraba y me vino a la mente la rosa de "El Principito" de Antoine de Saint Exupèry, el libro preferido de mi amiga del alma, así que en estos días, lo volví a leer.

Sin buscar, encontré lo que ya sabía y que a veces cuesta recordar :

"- Los hombres de tu tierra —dijo el principito— cultivan cinco mil rosas en un jardín y no encuentran lo que buscan.
- No lo encuentran nunca —le respondí. —Y sin embargo, lo que buscan podrían encontrarlo en una sola rosa o en un poco de agua...
- Sin duda, respondí.
Y el principito añadió: 
- Pero los ojos son ciegos. Hay que buscar con el corazón."

15 sept 2010

Contar ovejas



La primera vez que las vió fué en un cuento. Eran como bolitas de algodón blanco de un rebaño celestial. Apagabamos la luz y las podíamos ver encima de unas nubes esponjosas de color verde, dentro de un cielo pintado de añíl, iluminado por el brillo de tantas estrellas como ovejitas ibamos a contar. Cada ovejita iba pidiendo su deseo a una estrella y el deseo de la última siempre era que todo el rebaño tuviera dulces sueños. Así que, una vez cumplido el deseo de la última ovejita, él también pedía el suyo y se dormía o no, pero no podía pasar una noche sin contarlas.

Llegó el día en que las vió de verdad y fué cuando perdió el interés. Al preguntarle al pastor cuantas tenía en su rebaño y saber que cada día las contaba, ya no quiso contarlas nunca más. Si las contaba él ¿qué contaría el pastor? y aún se  pregunta ¿qué deben contar las ovejas que ni siquiera el pastor lo sabe?



29 ago 2010

Buscando argumentos


Hace unos días me encontré con la frase “La poesía no es de quien la escribe, sino de quien la necesita”. Es de la película ‘El cartero y Pablo Neruda’, de Michael Radford, la había visto pero no la recordaba, cuando Neruda reprocha al cartero que haya utilizado sus poemas para conquistar a su amada, él le responde con la frase en cuestión. 

Me gusta y me parece llena de argumento, pero al recordar la película pienso que lo que no me gusta es que el cartero haya engañado a su amada haciendo pasar como propios unos poemas que él no ha escrito. Si a alguien no le gusta cómo eres, no le vas a gustar más escribiendo como un poeta. De todos modos de estar en su lugar, vete tu a saber ...

Me parece mejor frase, que se me acaba de ocurrir: “La poesía es de quien la escribe, para quien la escriba y para quien la lea, la necesite o no”. Lo que significa que es para todo el mundo. Si fue dicha por alguien no tengo el gusto de conocerle, así que ahora ha sido dicha por mí y aquí queda escrita.

¿Por qué he escrito todo esto? Supongo que es porque me encanta leer poesía y escribir todo lo que se me ocurre para recordar, analizar, reinventar, soñar… y como que no soy ninguna poeta, ni escritora, ni ningún tipo de artista de esas características, ni de ninguna otra índole, pues buscaba algún argumento. 

Que suerte tener este blog y que soy la Reina de él, puedo escribir todo lo que quiera y me dé la real gana aquí, aunque sea sin argumentos ¿para qué buscarlos?

12 ago 2010

Por la ventana


El sol se despierta  y empieza a asomar por detrás de la montaña.  Me desea un buen día colándose por mí ventana con su primer rayo de luz. Le abro para que entre y le dedico una sonrisa. Las flores me saludan con su perfume mezclado con el rocío aún posado en sus pétalos.  Mariposas y pajaritos cantando revolotean juntos. Los conejos juegan al escondite entre la hierba mojada. Todo huele a paz y tranquilidad. Un día ideal. La madre naturaleza se acaba de despertar para nosotros.  

Pasa el día, con sus cosas. Nos despedimos del sol hasta mañana mientras se pone y anochece.  Los grillos grillan y las luciérnagas ya pasean por el jardín. El fresquito de la noche nos acaricia en las mejillas. Miramos  al cielo y vemos brillar millones de estrellas en él. Una noche preciosa y especial. El hecho de que la Luna se encuentre en cuarto menguante facilita que hoy se pueda ver,  lo que cada año en estas  mismas fechas se repite, la lluvia de estrellas de Sant Llorenç. Las estrellas fugaces, que con suerte y paciencia, podremos ver  mientras pedimos nuestros deseos en esta noche,  son los fragmentos de polvo de no se qué cometa que al llegar a la atmósfera se encenderán.

Por la ventana que dejé  abierta, durante todo el día, para que se colara el sol,  no sabemos en qué momento,  otros visitantes, sin haber sido invitados, también se colaron para saludarnos. Millones de moscas, del tamaño del dedo gordo del pie, nos han estado esperando para darnos las buenas noches.  Una visita muy desagradable e inoportuna.  Las hemos invitado a salir por dónde han entrado, pero ellas han insistido en quedarse, en contra  de nuestra voluntad. Es la primera vez que asisto  y soy cómplice de un asesinato en serie de moscas. Desde ahora la frase “no soy capaz de matar una mosca” ya no va conmigo. Lo que podría haber sido una noche maravillosa convertida  en pesadilla de mosqueo.

Recuerdo un artículo, que leí en el País, titulado Asesinos e Insectos, escrito por Ramón Irigoyen, en el que explicaba que una mosca puede ser  vital para el éxito de una investigación criminal. Parece que estoy en la misma fase biorrítmica en que se encontraba Dámaso Alonso cuando cometió el mismo horrible crimen y por eso ahora me siento tan triste. Pienso que igual necesitamos a un abogado, para saber cómo proceder, en el caso, de que la policía científica criminalística se entere y venga a interrogarnos, o que recibamos una citación judicial por denuncia del granjero propietario de las moscas, que deberian vivir en su charca de estiércol o en las colas de sus vacas, y avalado por alguna organización defensora de moscas. Supongo que siempre podríamos alegar que ha sido en defensa propia y por allanamiento de morada.

Me consuela saber que en una ocasión, el presidente de los Estados Unidos, Obama, durante una entrevista de TV cometió el mismo crimen  en directo y se justificó diciendo que era lo que demostraba que no era perfecto. Nadie es perfecto, y por tanto me pregunto ¿Quién no ha matado a una mosca en su vida? 

Así que, después de una plegaría por sus almas y otra para redimir mis sentimientos de culpabilidad, todo se ve diferente y me doy cuenta de lo que he aprendido:  En esos días en los que el sol me quiera saludar, le dejaré entrar un ratito por la ventana, que luego cerraré por si las moscas.




9 ago 2010

Mi primera vez

Mi primera vez de todo es la especial. Creo que todas las veces de todo son únicas e irrepetibles y considero a la primera, por el hecho de serlo, que es única, irrepetible y especial, lo que no quiere decir que sea la mejor ni que las demás veces de todo no puedan ser también especiales.

Mi Avatar y yo somos especiales.

Que unos amigos te digan que les gusta leer lo que escribes y te animen a hacer un blog, es la razón de mi primer día aquí y mi primera entrada. Es un momento especial, por ser el primero.


Es la primera vez que veo a Redactar, no lo conozco de nada, ni a él ni a su entorno, pero lo miro y me produce sensación de cosquilleo dentro del estómago. No sé que hago aquí ni lo que voy a contarle, pero me gusta. Intentaré conocerlo, a ver que pasa.